A cinco años de los acontecimientos del 18 de octubre de 2019 y de la crisis política, institucional y social que le siguió, 10 centros de estudios, dentro de los cuales se halla el Instituto Libertad, se reunieron para reflexionar en torno a este episodio de la historia, así como de sus implicancias.
En el primer panel, Max Colodro, Gonzalo Cordero y María José Naudon se refirieron a las causas de la crisis de octubre: violencia y descontento social. Al respecto, Colodro hizo hincapié en que uno de los detonantes fue el estrés financiero de la clase media y, por otro lado, la alternancia en el poder que viabilizó la llegada del centro derecha a La Moneda: “cada vez que eso ocurre, comienzan los cuestionamientos respecto al sistema y a las reglas del juego, a una institucionalidad, una Constitución, un modelo económico”. Y agregó: “cuando llegan al Gobierno, pasa lo que hemos visto ahora, hay una moderación”. Naudon coincidió con el primer punto y aseguró que “este estallido se produce en un contexto de cambio total, cultural, del que Chile no es una isla endeble. Lo segundo son las condiciones económicas, este país había crecido muchísimo, y hubo un retroceso en ese crecimiento”.
En el segundo panel, Lucía Santa Cruz, Ricardo Escobar y Sergio Muñoz Riveros abordaron los efectos post crisis de octubre.
Lucía Santa Cruz contextualizó con que, a su juicio “el problema clave es que vivimos en un país profundamente fragmentado y está fragmentado en temas vitales: las reglas del juego. Hay una mitad del país que es partidaria de la democracia liberal representativa, pero hay otro sector que quiere reemplazar y sustituir ese sistema democrático liberal representativo y lo viene haciendo desde la unidad popular», y agrega que “lo que hace distinto el octubrismo es la introducción de la violencia”.
Respecto al futuro, Escobar dijo no sentirse optimista ni pesimista, pero sí que hay oportunidades que pueden ser aprovechadas, como, por ejemplo, la unidad que mostró la centro derecha en el primer proceso constitucional. En esa línea aseguró que, en el sector, más que segregar fuerzas basado en asuntos partidistas, “hoy en día la categoría que hay que instalar es: los que creen en la democracia, en el progreso y los que no”.
Por su parte. Sergio Muñoz Riveros señaló que post 18-O “el país puede salir adelante, pero siempre que cumplamos ciertos requisitos. Lo primero, asegurar el orden democrático, el compromiso explícito de defensa del Estado de derecho, eso significa entre otras cosas, reconocer el monopolio de la fuerza en las Fuerzas Armadas y en las fuerzas policiales; y asegurar que el Estado controle todo el territorio nacional, no puede haber ciertos espacios donde el Estado esté ausente”.
El seminario fue organizado por el Centro de Estudios Públicos (CEP), la Fundación Jaime Guzmán (FJG), Fundación para el Progreso (fpp), Horizontal, P!ensa, Idea País, Instituto de Estudios de la Sociedad (IES), Instituto Libertad (IL), Instituto Res Pública y Libertad y Desarrollo (LyD).
