En una nueva edición de Academia Libertad, miembros de la Comisión de Expertos que elaboró el anteproyecto de la nueva constitución analizaron las razones de la definición de Chile como un Estado Social y Democrático de Derecho.
El Instituto Libertad organizó un nuevo encuentro de Academia Libertad en el que se analizó el significado y las visiones contrapuestas sobre lo que significa un estado social y democrático de derecho.
El análisis, moderado por el director ejecutivo del Instituto Libertad Luis Pardo, estuvo a cargo de tres miembros de la Comisión de Expertos que elaboró las bases constitucionales que en este momento se discuten en el Consejo Constitucional: Marcela Peredo, Jaime Arancibia y Teodoro Ribera.
Frente a la contraposición entre Estado Liberal y Subsidiario, consagrado en la carta fundamental vigente, y el Estado Social y Democrático de Derecho propuesto en el anteproyecto constitucional, los expertos coincidieron en señalar que son definiciones totalmente opuestas. Para Jaime Arancibia “en un estado liberal no hay obligación del estado de proteger los derechos sociales de las personas. Es una forma de organizar un país que surge con la Revolución Francesa y que se basa en la igualdad y la legalidad”.
Marcela Peredo, en tanto, considera que “no estamos hablando sólo de un estado social, sino que de un estado social y democrático en el que importan por igual los derechos y las libertades de los ciudadanos para actuar dentro de la legalidad”.
Sobre la gran pregunta de si “lo social” es patrimonio de la izquierda, Teodoro Ribera recordó que los primeros derechos sociales fueron implementados por el káiser Guillermo I en el siglo 19, “los derechos sociales no son patrimonio de la izquierda. Basta mirar los dos gobiernos de Sebastián Piñera, en los que se legisló sobre la PGU y la extensión del post natal para la mujeres trabajadoras, sólo por mencionar dos ejemplos”. Agregó que “el anteproyecto de la Constitución busca garantizar los derechos y libertades de las personas sin poner al estado en riesgo de quiebra”.
El Instituto Libertad continuará realizando este tipo de encuentros que, en voz de su director ejecutivo Luis Pardo, “buscan difundir el conocimiento y la discusión sobre un proceso que no ha logrado despertar el interés de los chilenos”.