En nuestro más reciente análisis, observamos que la tasa de desocupación nacional alcanzó un 8,9% durante el trimestre abril-junio de 2025, lo que representa un aumento interanual de 0,6 puntos porcentuales y evidencia que 909.840 personas buscan empleo sin éxito. Esta situación afecta con mayor fuerza a las mujeres, cuya tasa de desempleo (9,9%) supera en 1,8 puntos porcentuales a la de los hombres (8,1).
La participación laboral se ubicó en 61,9%, con una leve caída respecto al año anterior, mientras que la ocupación llegó a 56,4%. En términos netos, prácticamente no se crearon nuevos puestos de trabajo, aunque se observó una recomposición: se generaron más empleos para mujeres y se perdieron entre hombres.
Un aspecto positivo es el aumento de 96.319 empleos formales en los últimos doce meses, liderado por sectores como explotación de minas y canteras, información y comunicaciones, enseñanza, alojamiento y comidas, salud y asistencia social, e industrias manufactureras. Sin embargo, rubros como comercio, construcción, administración pública y transporte registraron importantes pérdidas.
La informalidad laboral sigue siendo un desafío estructural. Alcanzó al 26,0% de los ocupados, afectando más a las mujeres (27,6%) que a los hombres (24,8%). Pese a que disminuyó en un punto porcentual en comparación al año anterior, aún impacta a más de 2,4 millones de personas, con especial incidencia en regiones de menor desarrollo económico relativo y mayor ruralidad, como Araucanía, Arica y Parinacota, y Los Ríos.
Las brechas de género persisten en participación, desempleo e informalidad, reflejando que el acceso de las mujeres al mercado laboral y su inserción en empleos formales sigue siendo un reto pendiente.
En síntesis, aunque destacamos el avance del empleo formal y cierta reducción de la informalidad, el panorama laboral continúa siendo complejo, con altas tasas de desocupación, marcadas diferencias de género y realidades regionales muy desiguales.
Lee el informe completo aquí: Perspectiva económica – Agosto 2025